La alfabetización es la habilidad de usar texto para comunicarse a través del espacio y el tiempo. Se reduce a menudo a la habilidad de leer y escribir, o a veces, sólo a la de leer. Los estándares para los que se constituyen los niveles de alfabetización varían entre las diferentes sociedades. Algunas otras destrezas como la informática o las nociones elementales de cálculo aritmético básicas también se pueden incluir en definiciones más amplias de alfabetización.
El alfabeta sirve como indicador de conocimientos de un país; es un factor más a tener en cuenta en cuanto al grado de desarrollo. En la práctica se usa su contrario, el analfabetismo: se mide el número de personas adultas que no han logrado los niveles mínimos de alfabetización. Esta cifra incide en la capacidad de producir riqueza, en el acceso a nuevas oportunidades y en la igualdad social.
Hay grandes diferencias entre el número de analfabetos en los países desarrollados y en los denominados del Tercer Mundo, y en estos, también entre hombres y mujeres (que a menudo tienen menos acceso a la enseñanza). Se calcula que al año 2000 había unos 90 millones de personas analfabetas, según la Unesco. La opacidad de los datos de determinados gobiernos no ayuda a la detección y solución del problema. Los países del antiguo bloque soviético son los que más esfuerzos hicieron en este campo.
Determinados técnicos educativos diferencian entre analfabetismo y analfabetismo funcional (o sujetos iletrados). Una persona iletrada puede entender un mensaje sencillo, pero su mecanismo lector no es capaz de discriminar idea principal e ideas secundarias y no sabe usar los conceptos que lee (carencia de vocabulario). El iletrismo es mucho más difícil de medir y afecta también zonas del mundo desarrolladas. Está muy relacionado con la calidad de la educación.
Alfabetizar se considera el primer nivel de la educación de adultos, y equivale a los primeros cursos de educación primaria.
La tendencia tradicional parte del reconocimiento de las letras y, asociando cada fonema y su grafía, llegar a descifrar las palabras y las frases. Es el método usual de las escuelas con los niños.
Otros expertos, sin embargo, opinan que con adultos es mejor usar palabras significativas para estimularlos, puesto que la capacidad de aprendizaje acostumbra a ser menor que con los niños. A menudo las palabras se apoyan en objetos reales o ilustraciones por aclarar susignificado. El conocimiento del entorno, que es mucho más grande que el de los niños, ayuda a adelantar más rápidamente. Estos métodos son denominados métodos globales, visuales o analíticos.
Un problema añadido es cuando el alumno desconoce el idioma y proviene de otra cultura, como pasa con el fenómeno de lainmigración. En este caso es aconsejable el ayudar a correlacionar aquello aprendido con la lengua de origen.La alfabetización es un logro social y cultural, así como también cognitivo, que les permitirá a las personas, en el presente y en el futuro, participar en diversos grupos de actividades que, en cierto modo, implican leer y escribir. Está íntimamente ligada a relaciones concretas y a actividades y circunstancias sociales y culturales determinadas como son leer el diario, pagar los impuestos, observar las indicaciones y carteles publicitarios en las calles, escribir y leer cartas, ampliar los conocimientos del mundo, abrir la mirada sobre éste y muchas otras actividades y derechos que nos hacen desarrollarnos como personas, ser críticos y conscientes respecto a la realidad que nos rodea y, a partir de allí, construir nuestra propia historia, nuestra sociedad.
El desarrollo de la alfabetización constituye un proceso profundamente social que se inserta en las relaciones sociales sobre todo en las de los niños con las personas más cercanas de su entorno.
Tema 2: La lengua y algunos trastornos del lenguaje
La lengua es un sistema muy complejo. Los niños la adquieren en pocos años y la parte más esencial se adquiere en los primeros 4 o 5 años de vida.
Las conductas analizadas como percepción, cognición, motricidad, memoria, etc. no son independientes del lenguaje. El lenguaje presta asistencia a aquellas conductas ayudando en la organización, estabilización y afinación de la información.
La lengua es un sistema que le llega al individuo. Este no lo escoge.
La gramática es un conjunto de normas o de reglas que explican la estructura de los posibles enunciados.
Pero la competencia lingüística del sujeto le permite vivir un proceso de creación en el cual la característica más importante consiste en producir o interpretar continuamente nuevos enunciados, aunque (o porque) siempre estén (están) sometidos a las mismas reglas.
El lenguaje es el producto de un aprendizaje muy peculiar y es el vehículo más importante para la adquisición de nuevos aprendizajes, en esencia, el pedagógico.
El lenguaje puede ser considerado como un sistema de señales muy avanzado que le permite al hombre la representación de la realidad y la generalización de una forma extraordinaria.
Según la lingüística contemporánea el lenguaje es una actividad estructurada en tres componentes: fonológico, semántico y sintáctico.
Fonema: unidad mínima de sonido.
Semántica: Estudio del significado del lenguaje. Sintaxis: Conjunto de reglas para organizar las palabras en frases. Adicionalmente, el morfema: unidad mínima con significado que tiene el habla. La gramática se encarga de estudiar todos estos elementos.
En el ser humano se da, con la evolución (que no es el simple paso del tiempo) un crecimiento de complejidad tanto en el comportamiento como en el sustrato cerebral que lo sustenta: luego también el lenguaje es cada vez más complejo. El lenguaje es un método exclusivamente humano (hasta donde sabemos) no instintivo, de transmitir ideas, emociones y deseos por medio de un sistema de símbolos producidos de manera deliberada. Es a propósito y con un fin muy específico que el humano crea en el lenguaje. Ahora bien el lenguaje no sólo sirve para comunicar las ideas sino también para producirlas, ya que en cuanto es en sí mismo una estructura, el lenguaje sirve de molde al pensamiento.
La psicología considera el lenguaje como el código de que se vale el habla que es a su vez un medio de comunicación: “El lenguaje es el conjunto de signos fonéticos, visivos u otros que sirven para la comunicación del pensamiento o la indicación de la conducta”.
Se destaca, pues, que además de un instrumento para la comunicación el lenguaje es un instrumento para el pensamiento, para la actividad mental o intelectual y un método de regulación de los procesos mentales humanos. Regula la conducta, facilita la generalización, la abstracción y casi toda la actividad humana. A partir de la adquisición de lenguaje, se hace imposible no hacer la relación de lenguaje y pensamiento. Se convierten en un par que va por lo general unido. Así entonces, una de las preocupaciones de la psicología incluye el lenguaje, la formación de conceptos, la resolución de problemas y la creatividad, todos ellos relacionados entre sí y complementarios en sus elementos o sus fines.
El lenguaje se basa símbolos, pero también de una manera fuerte en sonidos (asociados). La gramática es la forma como los símbolos y los sonidos se estructuran para formar el lenguaje específico. Cada lengua (o cada lenguaje) tienen sus propias reglas, su propia gramática e inclusive sus propios fonemas.
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ALGUNOS TRASTORNOS DEL LENGUAJE |
Desde el punto de vista de la psicopatología, estos son algunos de los trastornos del lenguaje:
Afasia: Por lo general se da como consecuencia de lesiones en el cerebro. Son alteraciones tanto en la comprensión como en la expresión y la elaboración de ideas.
Agramatismo: Es la alteración del lenguaje caracterizada por la dificultad de utilizar correctamente las reglas gramaticales del lenguaje.
Disartria: Dificultad del habla debida a trastornos del tono y del movimiento de los músculos que controlan la articulación del lenguaje.
Disfasia evolutiva: Es un trastorno del desarrollo del lenguaje en niños que presentan una inteligencia normal y no presentan alteraciones neurológicas y en condiciones normales de ambiente y sin embargo presentan trastorno o bien en la expresión o bien en la comprensión del lenguaje.
Disfasia infantil adquirida: Es una pérdida del lenguaje que ya estaba adquirido, como consecuencia de una lesión en el sistema nervioso.
Disfonía: Dificultad para articular algunos fonemas, sílabas o palabras.
Logoclonia: Repetición espasmódica de una sílaba en dedio o al final de una palabra.
Mutismo: ausencia permanente del lenguaje o desaparición de éste después de haberlo adquirido. Puede tener origen en causa psicológicas, emocionales, funcionales, estructurales del organismo o una mezcla de varias de ellas.
Mutismo selectivo: cuando el sujeto se niega a hablar en determinadas situaciones o frente a determinadas personas. Generalmente es de origen psicológico y es temporal.
Parafasia: es la producción involuntaria de sílabas, palabras o frases durante el habla. Es un trastorno en el uso de las palabras en el cual éstas no se usan en el sentido o significado correcto.
Taquifemia: alteración del habla caracterizada por una velocidad excesiva en la producción de fonemas, omitiendo sílabas y sonidos de las palabras y articulando de manera imprecisa.
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